Eru dio a los hombres el don de la libertad.
Pero los dioses temieron que los hombres encontraran el tesoro de la felicidad, que otorgaba protección ante las adversidades.
Escondieron el tesoro donde fuera más difícil de hallar: En el interior de cada persona humana.
Filósofos y profetas han predicado sabias palabras sobre el camino a la felicidad.
Cada persona tendrá la libertad como arma, y cada pueblo la igualdad como principio de justicia.
La palabra será el camino al paraíso de la fraternidad.
Y por fin los mansos habitarán la Tierra.
La contemplación de la justicia absoluta y el caos total es placer exclusivo de Dios.
Cuando cese la tormenta, también nosotros entraremos en las ciudades espléndidas.
Mostrando entradas con la etiqueta dioses. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dioses. Mostrar todas las entradas
lunes, 21 de julio de 2014
lunes, 3 de diciembre de 2012
Reina
Eres la reina de mi enfermedad, torrente de mis pasiones, diosa de mi soledad.
Te buscaré para devolverte la flor que tú sembraste en mi pensamiento.
Y cuando te encuentre, en una tarde de invierno, quizá no me reconozcas, porque habré perdido mis ojos por los caminos de tu imaginación.
Te buscaré para devolverte la flor que tú sembraste en mi pensamiento.
Y cuando te encuentre, en una tarde de invierno, quizá no me reconozcas, porque habré perdido mis ojos por los caminos de tu imaginación.
Etiquetas:
2008,
Bajones de azúcar,
Diarios de la Cuarta Edad,
dioses,
enfermedad,
reina
martes, 18 de septiembre de 2012
Libertad
Tu nombre está en la boca de todos como un ensalmo.
Eres el deseo que tienen de ser algo.
Algo más que un organismo, más que un ser determinado,
con poder de hacer de la vida algo nunca preparado.
Enemiga del miedo a decidir y fracasar,
gracias a ti sabemos que saber es triunfar
sobre el error y la mentira, la desidia y la muerte.
Eres tan buena que hasta los cobardes pueden verte.
Contra el cielo recortada tu melena roja.
Tu silueta de ángel flotando como una hoja.
En el viento de levante tu vestido ondea.
Tus alas son el poder que darás a quien en ti crea.
Sabes que muchos te temen, huyen de tu ígnea mirada.
Sean esclavos o reyes prefieren las decisiones dadas.
Otros te invocan sin cesar para cualquier intención,
es el precio de ser dioses ser usados de pendón.
Otro es el ser temido por tu poder destructor,
pero yo te veo tan tierna, ¿cómo puede ser peor
amar a tu hermosa persona que mirar hacia el suelo?
Esperando que todo pase sólo ganará el miedo.
Eres princesa guerrera, primera hija de Odín,
el tesoro que escondes llevará al mundo a su fin.
Dicen que hallaste la muerte por abandonar tu puesto,
pero es el hombre quien muere por tomar lo que no es nuestro.
No dudaré más en quererte, estás en mi vocación.
Llevo una vida guiada por tu temprana visión.
No sé por qué somos en suerte y condición diferentes,
sé que mi gratitud nunca será suficiente.
Predicaré tu belleza, tu personal emoción
a todos quienes vea afligidos por la indecisión.
Soy predicador de escuela, no me verás en el ágora.
Me basta con que cada uno te sienta necesaria como el agua.
Eres el deseo que tienen de ser algo.
Algo más que un organismo, más que un ser determinado,
con poder de hacer de la vida algo nunca preparado.
Enemiga del miedo a decidir y fracasar,
gracias a ti sabemos que saber es triunfar
sobre el error y la mentira, la desidia y la muerte.
Eres tan buena que hasta los cobardes pueden verte.
Contra el cielo recortada tu melena roja.
Tu silueta de ángel flotando como una hoja.
En el viento de levante tu vestido ondea.
Tus alas son el poder que darás a quien en ti crea.
Sabes que muchos te temen, huyen de tu ígnea mirada.
Sean esclavos o reyes prefieren las decisiones dadas.
Otros te invocan sin cesar para cualquier intención,
es el precio de ser dioses ser usados de pendón.
Otro es el ser temido por tu poder destructor,
pero yo te veo tan tierna, ¿cómo puede ser peor
amar a tu hermosa persona que mirar hacia el suelo?
Esperando que todo pase sólo ganará el miedo.
Eres princesa guerrera, primera hija de Odín,
el tesoro que escondes llevará al mundo a su fin.
Dicen que hallaste la muerte por abandonar tu puesto,
pero es el hombre quien muere por tomar lo que no es nuestro.
No dudaré más en quererte, estás en mi vocación.
Llevo una vida guiada por tu temprana visión.
No sé por qué somos en suerte y condición diferentes,
sé que mi gratitud nunca será suficiente.
Predicaré tu belleza, tu personal emoción
a todos quienes vea afligidos por la indecisión.
Soy predicador de escuela, no me verás en el ágora.
Me basta con que cada uno te sienta necesaria como el agua.
El Predicador
jueves, 6 de septiembre de 2012
Asexuado
Las líneas de tu mano son el mapa de las estrellas.
La luz de las estrellas se refracta en el filo de tus uñas de nácar.
El batir de tus dedos impulsa los planetas en su camino sin origen.
Los cuásares se alimentan de la radiación profunda de tus ojos.
El mensaje estelar de tu voz llegó a mi ventana, pero no la oí porque estaba dormido.
En mis sueños filtraste la música de las esferas.
Palabra de Dios,
hijo de las estrellas,
reina de la vida,
cólera de las tormentas,
color de las flores,
canción de las doncellas,
valor de lo guerreros,
aroma de las cumbres,
cristal de sus ojos,
grito de tu mirada,
arena de mis huesos.
La luz de las estrellas se refracta en el filo de tus uñas de nácar.
El batir de tus dedos impulsa los planetas en su camino sin origen.
Los cuásares se alimentan de la radiación profunda de tus ojos.
El mensaje estelar de tu voz llegó a mi ventana, pero no la oí porque estaba dormido.
En mis sueños filtraste la música de las esferas.
Palabra de Dios,
hijo de las estrellas,
reina de la vida,
cólera de las tormentas,
color de las flores,
canción de las doncellas,
valor de lo guerreros,
aroma de las cumbres,
cristal de sus ojos,
grito de tu mirada,
arena de mis huesos.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)