sábado, 8 de septiembre de 2012

El elefante

En una charca en mitad de la selva, acudían muchos animales a beber. El agua manaba de una fuente y fluía por la pendiente suave.

El elefante se acercó estirando la trompa hacia el agua, y en esto ¡pop! le saltó un ojo, que se cayó al agua.
Desesperado, comenzó a agitarse y a remover la charca con las patas y la trompa. Pero cuanto más revolvía, más enturbiaba el agua.
Los demás animales le gritaban "¡tranquilo, quieto!", pero el elefante no les escuchaba, desesperado como estaba en encontrar dónde había caído su ojo.

Cuando por fin oyó lo que todos le decían, se quedó quieto. La corriente aclaró el agua, y allí, frente a él, halló su ojo.
Con cuidado lo recogió con la trompa, se lo puso en su sitio, y se marchó.

Tradicional

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